
La historia de amor entre Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, más conocido como “El Chapo” Guzmán, reconocido narcotraficante y criminal mexicano, y la modelo estadounidense, Emma Coronel Aispuro, comenzó en el año 2006, cuando ella tenía apenas 17 años, y había sido coronada como la reina de la tradicional feria del café y la guayaba.
La misma se lleva a cabo todos los años desde hace muchas décadas en un poblado conocido como Canelas, en el estado de Durango, en el noroeste mexicano y colindante con Sinaloa.
En aquel entonces, la reina vio a Guzmán, fundador del Cártel de Sinaloa y en esos momentos ya uno de los capos narco más importantes del continente, y comenzó su amorío.
En ese entonces, el narcotraficante había entrado en su cuarta década de vida y llevaba escondiéndose de las autoridades casi seis años, según había confirmado en aquel momento, la hija de Ignacio “Nacho” Coronel, tenían una bonita amistad, pero con el paso de los días comenzaron su noviazgo, y fue entonces cuando ella cumplió 18 años que decidieron casarse, en una ceremonia muy sencilla con familia y solo amigos cercanos, en el verano de 2007.
Dos años más tarde, Coronel se convirtió en madre de las gemelas María Joaquina y Emalí Guadalupe, quienes según dio a conocer la misma modelo, “son la adoración de su padre”.
En una entrevista cuando se le preguntó sobre su relación con el Chapo, ella dijo: “Yo digo que lo que me conquistó de él fue su plática, su forma de tratarme… No me llevo grandes regalos ni grandes cosas, sino que él se gana a las personas por su forma de ser”.
“Puedo decir que hemos tenido muy buena relación, siempre nos hemos llevado muy bien. Es un hombre muy atento, muy cariñoso, muy respetuoso, muy alegre, que hace que se te olviden los problemas. Cuando lo ves a él y sabes que tiene muchísimos problemas, está como si nada”, había anunciado hace un tiempo atrás, Emma Coronel.
*Contenido textual de Revista MAGA