
No son muchos los sectores que ven con buenos ojos la forma en la que el exvocero de las Cortes Valencianas, Toni Cantó, pasó de las filas de Ciudadanos al PP. Sobre todo por la puesta en escena que montó el también actor al decir que se retiraba de la política y retornaba a los escenarios, para poco después aparecer engrosando las filas del PP de Ayuso en Madrid, donde tendrá uno de los lugares privilegiados en la lista del partido.
Cantó, quien es muy cercano a la presidenta de Madrid, llevaba tiempo estableciendo lazos con el PP, pero tal vez interpretó su actuación más cuestionada de su carrera cuando se fue de Ciudadanos dando un portazo y anunciando a los cuatro vientos su desencanto con la política, para luego aparecer levantando las banderas madrileñas en favor de su amiga Ayuso.
El presidente de la Generalitat de Valencia, Ximo Puig, criticó que "aquellos que alientan el transfuguismo no se dirigen de una manera adecuada", aseverando que el transfuguismo es "indignidad". También opinó sobre el caso de Toni Cantó su ex compañera de partido en Valencia Mamen Peris, quien declaró: "No sé si Cantó estará nominado al Premio Goya a la mejor interpretación y guion".
La candidata de Más Madrid, Mónica García, reprochó el transfuguismo y a Toni Cantó, asegurando que va "de flor en flor" para ver "dónde puede seguir haciendo su teatro". García hacía referencia al paso del actor por UPyD, Ciudadanos y ahora el PP. “No sé cuántos quesitos más del Trivial va a ir acumulando Cantó”, dijo.
"El señor Cantó hace meses que dijo que se iba a dedicar a lo suyo: hacer teatro en el mundo político", ha destacado García, quien ha resaltado que el actor "aterriza en Madrid como el resto de turistas de borrachera en la Comunidad de Madrid y de la mano de una empresa criminal".
También le ha cuestionado el candidato del PSOE Ángel Gabilondo, quien cargó contra el “transfuguismo” asegurando que el señor Cantó demuestra que su vida política se resume a una "sucesión de vericuetos".
"Tengo un afán incomprensible para comprender y respetar los itinerarios, pero veo muy mal el transfuguismo. Estos movimientos parecen responder a determinados intereses concretos. Es verdad que todos tenemos incoherencia en la vida, pero hay que procurar que haya un trazado de vida", dijo el líder regional del PSOE.
Salvo el PP y Vox, no hay otros partidos que vean con buenos ojos el transfuguismo como práctica política, calificado por muchos como una forma ruin de irrespetar la voluntad del elector, de engañar a la opinión pública, pero sobre todo de fomentar una despreciable sospecha de artimañas políticas poco transparentes, morales y éticas.